Nacimos para albergar a todas las asociaciones que Dios ha creado por medio del Padre Ernesto María Caro. Cada una, desde su misión, se rige por la Palabra de Dios y la línea pastoral de nuestro fundador. Todos queremos que nuestros miembros vivan plenamente con Jesús, que se formen como verdaderos discípulos, y sean el sostén del futuro de la Iglesia.
Iluminar y transformar a la sociedad por medio del Evangelio a través de las instituciones que lo conforman.
Formar discípulos decididos de Cristo, que quieran llevar una vida como la de su maestro, imitadores de Jesús que, a su vez, sean semillas para formar a otros discípulos y garantizar el futuro de la Iglesia.
«Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo».