Nacimos para albergar a todas las asociaciones que Dios ha creado por medio del Padre Ernesto María Caro. Cada una, desde su misión, se rige por la Palabra de Dios y la línea pastoral de nuestro fundador. Todos queremos que nuestros miembros vivan plenamente con Jesús, que se formen como verdaderos discípulos, y sean el sostén del futuro de la Iglesia.
Conformar una comunidad cristiana en la que se puedan vivir los valores del Reino según los estableció Jesús en el Evangelio y que se asemeje lo más posible a lo que vivía la primera comunidad según lo describe el libro de los Hechos de los apóstoles (Hechos 2,44).
Formar discípulos decididos de Cristo, que aspiren a llevar una vida como la de su Maestro, imitadores de Jesús, que a su vez sean semillas que formen a otros discípulos y así garantizar el futuro de la iglesia
«Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo».
Iluminar y transformar a la sociedad por medio del Evangelio a través de las instituciones que lo conforman